La dificultad del brindis reside en la tendencia a la improvisación, en las palabras no escritas ni preparadas.
Otra cosa es cuando el personaje principal es un buen orador. En ese caso, ajústese a dos ideas y utilice las palabras justas para no ser latoso.
Una buena frase a tener en cuenta en este tipo de situaciones es: “Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua, es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar” (Madame Sevigné).
Ángel García Navas
(Jefe de sala y experto en protocolo)
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